Ante la creciente prevalencia de obesidad y sobrepeso observada a nivel mundial, la necesidad de tratamientos farmacológicos efectivos y seguros se ha hecho imperiosa. Se han autorizado cinco fármacos para el tratamiento de obesidad, están indicados para su uso a largo plazo en pacientes con IMC> 30 kg/m2, o para aquellos con IMC> 27 kg/m2 que tengan alguna comorbilidad asociada como DM2, Hipertensión arterial o dislipidemia. En general, los fármacos tienen dos enfoques principales: modificar el metabolismo de los macronutrientes y actuar a nivel del sistema nervioso central (SNC) para modular los procesos neuroendócrinos de la regulación del apetito y la saciedad.
Actualmente fármacos análogos al péptido similar al glucagón (GLP-1), que forma parte de la familia de las incretinas son los principales medicamentos utilizados en el arsenal medico ya que permiten una reducción de peso > 5% en el primer año del tratamiento.
El tratamiento debe ser individualizado con base en las comorbilidades, tolerancia a los medicamentos, costo y disponibilidad, entre otros factores.